martes, 7 de enero de 2014

Punto 1: Disfrutar de una alimentación equilibrada y más vegana posible

Otro post sobre alimentación... Sí señoras, porqué lo que comes es tu medicina, ya lo decía Hipócrates. Es lo mejor que puedes regalarte y es la única contribución que está completamente en tus manos: una buena aportación de nutrientes, minerales y vitaminas asegura un buen funcionamiento del organismo, regenera tu terreno y aporta energía suficiente para cumplir con todos los quehaceres.

La web está llena de consejos sobre alimentación saludable, sin embargo, los hay que son más que dudosos. Si realmente crees que necesites un cambio en tu confección de menús, lo mejor es buscar apoyo con una persona que tenga la formación correspondiente y que sea de confianza.

Como línea general, te recuerdo algunas reglas bases:

Hay que repartir 5 comidas a lo largo del día, asegurando la aportación de los siguientes nutrientes:
50% en hidrato de carbonos (harina integral, patatas, garbanzos etc.).
30% en grasas (saturadas e insaturadas)
15% en proteínas (mejor de origen vegetal).

Consumir 5 raciones de verduras y frutas (mejor si de cultivo biológico.)

Evitar productos derivados de animales como carne o lácteos (al no ser que sean de origen biológico), por el simple hecho de que a los animales se le administra antibióticos para que no se enfermen y hormonas para que crezcan más rápido. Residuos de estos productos se encuentran en todos los derivados de animales (carne, lácteos, huevos, etc.)


Evitar azúcar, dulces y todas las bebidas azucaradas. El veneno blanco, acidifica nuestro organismo y es cancerígeno.

Evitar todo tipo de comida preparada (por los aditivos, colorantes, edulcorantes y demás añadidos). A parte de ser muy pobre en valores nutritivos, son nocivos, ya que pueden ser alergénicos y/o cancerígenos.

Muchas de las enfermedades crónicas tienen su origen en una dieta desequilibrada: tendemos a comer demasiado en general, aportando pocos hidratos de carbono (y de mala calidad), demasiado proteína animal y grasas insaturadas, demasiado azúcar y aditivos nocivos a través de comida envasada y precocinada. Las consecuencias se registran en un aumento de peso primero y en enfermedades colaterales después (diabetes tipo II, arteriosclerosis, problemas de corazón, etc.).

Para hacer el cambio, no hay nada mejor que unos días en ayuno o una semana de depuración.

No hay comentarios: