miércoles, 14 de julio de 2010

Un buen verano

El verano es época de vacaciones,  de verse con amigos y la familia, comer tarde y cenar tardísimo, descanso repartido entre unas cuantas horas la noche y una siesta tardía... Normalmente nos tomamos también vacaciones de los buenos hábitos adquiridos durante el año: no nos movemos mucho, caen alguna que otra cervecita y a la hora de comer nos permitimos más que un extra entre aperitivos, fritos y helados.

Puede que alguien de mis lectores ¿tenga mala consciencia? Mi consejo sin embargo es: ¡disfrutemos del verano, del dolce far niente pero sin complejos, conscientes de que después de vacaciones volveremos a la normalidad  en todos los ámbitos!

Si, en caso contrario, deseamos continuar cuidándonos e incluso aprovechar esta época para recargar las pilas de energía y de bienestar, aquí algunos consejos.

  • Levántese temprano y aproveche las primeras horas aun no tan calurosas para una actividad física de su agrado: caminar, nadar, ir en bici...
  • Saboree mínimo tres frutas al día, nunca ha sido más fácil, con tanta oferta que hay.
  • Beba mucho, muchísimo líquido en forma de agua natural, infusiones y zumos. En verano necesitamo hidratarnos mucho más. No nos olvidemos de las personas mayores: con la edad se pierde la sensación de sed y se olvida beber.
  • A la hora de comida y la cena opte por alimentos ligeros y no tan calientes.
  • Dedique una hora a sus sueños, sus planes, sus fantasías.
  • Baje el ritmo, esconde agenda y el móvil de trabajo,
  • Baje el ritmo también al andar, mire el cielo, observe las golondrinas
  • En resumen, disfrute del momento y de la vida